No te quiero lastimar,
ni por mi mente ha pasado;
¡Como prodría imaginar!,
de mi...¿estás enamorado?.
Salí diez veces contigo
y nos la pasamos bien,
yo te veo como un amigo,
y soy tu amiga también.
Me siento muy halagada
por tu bello sentimiento;
pero no puedo hacer nada,
¡Entiéndeme! yo... lo siento.
Yo no te daba motivo
y por todo me haz celado;
si me lo hacías como amigo:
¿Como lo harías de casado?.
Eres guapo y me gustaste,
no lo puedo ya negar;
pero pronto me celaste,
y yo... me empecé a asustar.
Solo puedo ser tu amiga,
nada más te puedo dar;
al corazón no se obliga.
¡Así nadie puede amar!
Piensa en ese sentimiento,
analízate, mi amigo;
evítate un sufrimiento;
tal vez... tu orgullo esté herido.
Pues no estás enamorado;
lo analizé... ¿te lo he dicho?;
solo estás encaprichado
y...¡No quiero ser tu "capricho"!
Otro a mí me ha conquistado,
y aunque no es ningún "guapucho",
mi corazón lo ha aceptado
y también me quiere mucho.
Perdóname si te he herido,
mi intención... esa... no era;
serás mi amigo querido;
lo serás hasta que muera.
Fin.
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