No me podía dormir;
mis ojos no se cerraban;
no me pude reprimir,
mis lagrimas los mojaban.
Dí rienda suelta a mi pena
como lo hacía de niño;
como lo hace un alma buena
que está falta de cariño.
Recordaba sus manitas
que entre las mías tomaba;
y aquellas frases bonitas
que en su oído murmuraba.
Una mañana...se fue;
y en mi más dulce actitud,
en los labios la besé
y...la metí en su ataúd.
Ya se ha marchitado mi alma
y mis más caros anhelos;
uniendo palma con palma:
"Padre nuestro, que estás en los cielos..."
Fin.
mis ojos no se cerraban;
no me pude reprimir,
mis lagrimas los mojaban.
Dí rienda suelta a mi pena
como lo hacía de niño;
como lo hace un alma buena
que está falta de cariño.
Recordaba sus manitas
que entre las mías tomaba;
y aquellas frases bonitas
que en su oído murmuraba.
Una mañana...se fue;
y en mi más dulce actitud,
en los labios la besé
y...la metí en su ataúd.
Ya se ha marchitado mi alma
y mis más caros anhelos;
uniendo palma con palma:
"Padre nuestro, que estás en los cielos..."
Fin.
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