sábado, 6 de agosto de 2011

66 años de vergüenza: La bomba atómica sobre Hiroshima.

Dwstrucción
El 6 de agosto de 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial había terminado en Europa, en el Pacífico se seguía luchando contra el Imperio del Japón. La Guerra del Pacífico seguía siendo encarnizada y aunque Estados Unidos ganaba terreno, el costo en vidas muy alto porque se luchaba contra un enemigo que no se rendía y luchaba hasta la muerte por tierra, mar y aire. Después de 6 meses de intensos bombardeos americanos contra 67 ciudades japonesas, el presidente Harry Truman dio la orden de usar una nueva arma que se había gestado en secreto en Los Álamos, Nuevo México, la bomba atómica de Hiroshima

Ese mismo 6 de agosto de 1945, a las 8:15 de la mañana, el B-29 Enola Gay, comandado por el Coronel Paul Tibbets, lanzó sobre la ciudad de Hiroshima la bomba Little Boy que, tras 55 segundos de caída, explotó a 600 metros sobre la ciudad (que era la altura a la que había sido programada) si bien erró su blanco en 244 metros (el puente Aioi), detonando justo encima de la Clínica quirúrgica Shima.

Sus 13 kilotones elevaron la temperatura de la zona a más de un millón de grados, provocando que se incendiase el aire circundante y se generase una bola de fuego de 256 metros de diámetro que, en menos de un segundo, se expandió a 274 metros.

La explosión hizo estallar los cristales de las ventanas de edificios situados a 16 km del impacto y pudo sentirse la explosión hasta 59 km de distancia. A los 30 minutos del lanzamiento comenzó a caer una lluvia radioactiva con polvo, hollín y partículas radioactivas que extendieron la contaminación más allá del lugar del bombardeo. El radio de destrucción fue de 1,6 km, provocando incendios en 11,4 kilómetros cuadrados, destruyendo el 69% de los edificios de la ciudad y dañando el 7% de los mismos.

La población civil nunca fue avisada del bombardeo (a pesar que en bombardeos tradicionales, Estados Unidos había lanzado pasquines avisando a la población civil), así que un 30% de la población civil, entre 70.000 y 80.000 personas, murieron en el acto, mientras que 70.000 personas resultaron heridas. El caos fue total porque el 90% del personal sanitario (que se encontraba en el centro de la ciudad) había muerto o resultado heridas. Si bien las muertes no terminarían ahí porque, a causa de la radiación, 5 años más tarde, habrían muerto 200.000 personas (la mayoría por cáncer o leucemia, enfermedades que aún sigue siendo una de las mayores causas de mortandad en la zona).

El copiloto del bombardero, el Capitán Robert Lewis, comentó:

    "Dios mío ¿Qué hemos hecho?"

Dieciséis horas después del lanzamiento, el Presidente Truman realizó una declaración en la que confirmó el uso de la bomba atómica:

"Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor. Ahora les hemos devuelto el golpe multiplicado. Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes. […] Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaciones. No nos engañemos, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra. […] El 26 de julio publicamos en Potsdam un ultimátum para evitar la destrucción total del pueblo japonés. Sus dirigentes rechazaron el ultimátum inmediatamente. Si no aceptan nuestras condiciones pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra."
Japón no se rendiría, así que tres días más tarde, el 9 de agosto, se lanzó la segunda bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki, haciendo que Japón capitulase el 14 de agosto de 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.





Referencia:alt1040.com

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