Luna que estás en lo alto
¿Quien te pudiera alcanzar?;
tal vez si pego un gran salto...
yo lo pudiera lograr.
Tu alumbras mi madriguera
como una amante esposa;
y me quitas la ceguera
de noche oscura, espantosa.
¿Quien pudiera estar contigo?,
tu brillante luz gozar...
me pregunto si conmigo
te quisieras desposar.
Tu me halagas conejito,
aunque yo ya estoy casada;
tu puedes ser mi amiguito,
el sol nunca dirá nada.
Sí me puedes alcanzar,
si de verdad lo deseas;
un gran brinco haz de dar,
cuando llena tu me veas.
Más no te puedes quedar;
solo será si estoy llena,
y cuando empiece a menguar;
tendrás que partir... ¡Qué pena!.
Hoy que estoy llena, aprovecha,
si aceptas la condición;
que nuestra amistad estrecha
despertará admiración.
Cuando termines la cena
te la mostraré mi hijito,
pues cada que hay luna llena,
la visita el conejito.
Fin.
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