miércoles, 12 de enero de 2011

Acta de la fundación de Mérida

La ciudad de Mérida, Yucatán en México, fue fundada el dia 6 de enero de 1542 por Don Francisco de Montejo "El Mozo", sobre los vestigios del asentamiento maya de Thó, por encargo de Don Francisco de Montejo "El Adelantado" y eregida en honor y bajo la custodia de la Vírgen de la Encarnación.

En el proceso de gestación del nuevo asentamiénto, las construcciones precolombinas fueron destruidas para levantar otras nuevas para uso de sus nuevos habitantes, tomando a los naturales del lugar como esclavos y mano de obra para la construción de las nuevas residencias con los materiales que extrajeron de la destrucción de los centros ceremoniales del lugar.



La palabra "Mérida" viene del latín "Emérita", primer nombre de una ciudad fundada por los Romanos 25 años antes de Cristo en España y que se denominaba por su nombre completo "Emerita Augusta", por Augusto, el Emperador, y por los "Eméritos" o soldados con que se pobló.

Al independizarse España de los romanos en el año 409, esta ciudad quedo únicamente con el nombre de "Emérita" que al irse sedimentando el latín en lengua romance perdió la "E" inicial y luego sonorizo la "T" en "D", formándose así el topónimo Mérida. De la antigua "Emérita Augusta" del imperio Romano son hijas la Mérida de Extremadura España; la Mérida de Yucatán México, y la Mérida de Venezuela.
     
   
Los Españoles tardaron casi 175 años en dominar a los indígenas de la península de Yucatán y lo hicieron en dos grandes etapas: Una la iniciaron en 1527 y después de dos intentos finalmente en 1547 lograron establecerse en el noroeste peninsular. La otra la principiaron a fines del siglo XVI cuando comenzaron a invadir el territorio comprendido desde la sierrita Puuc hasta el Petén.

Acta de fundación de Mérida, la de Yucatán de las Indias.

"En la provincia de Que Peche, a los seis días del mes de enero del año mil quinientos cuarenta y dos, Yo, Don Francisco de Montejo, Teniente de Gobernador y Justicia mayor repartidor y Capitán General de estas provincias de Yucatán, Cozumel, por su majestad, digo que por cuanto el ilustre señor El Adelantado, Don Francisco de Montejo; Gobernador y Justicia mayor en ellas, con sus poderes, me hubo enviado a ellas, para conquistar y pacificar así como poblarlas de cristianos, ciudades, villas y lugares, aquellas que al servicio de Dios y de su majestad viere que conviene, y porque después de venido, efectuado lo que me fue mandado, conquiste y pacifique la provincia de Que Peche y Acanul, y en ella, a donde mejor me pareció convenía, hice y poblé una villa , que se llama la villa de San Francisco y edifique la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, según mas largo se contiene en el libro de Cabildo que en la dicha villa hice. Quiero, usando de los dichos poderes que para ello tengo, y porque así me fue mandado por el ilustre señor Adelantado por una instrucción suya firmada de su nombre, poblar, edificar una ciudad de cien vecinos a la cual fundo y hago honor y reverencia de nuestra señora de la Encarnación y la dicha ciudad le doy por nombre a tal: La ciudad de Mérida, que nuestro señor guarde para su santo servicio por largos tiempos, con protestación que hago que si al servicio de Dios nuestro señor y de su majestad o al bien de los naturales viere que conviene mudarla, con parecer de dicho señor Gobernador y señores del Cabildo, pero se ha visto no caer en mal caso ni caer en ninguna pena, porque mi intención es buena y santa. Otrosí, para que la dicha ciudad de Mérida no decaiga y de continuo permanezca, mando al reverendo padre cura Francisco Hernández, que en lo mejor de toda la traza que en la dicha ciudad hiciere, tomar solar y sitio para hacer la Iglesia mayor," la cual al presente mando se fabrique, a donde los fieles cristianos hayan doctrina y les administren los Sacramentos, y le doy por apellido nuestra señora de la Encarnación, la cual tomo por abogada así para que de continuo me de gracia, ensanche su santa fe católica, como para que tenga debajo de su guarda y amparo la dicha ciudad de Mérida y a los cristianos que en ella moraran. Otrosí, para que la dicha ciudad de Mérida sea bien gobernada y en justicia mantenido, usando de los dichos poderes que para ello tengo, hago justicia, alcaldes, regidores a los siguientes: Jorge Villagomez, Francisco de Bracamonte, Francisco de Ciesa, Gonzalo Mendez, Juan de Urrutia, Luis Díaz, Hernando de Aguilar, Pedro Galiano, Francisco de Berrio, Pedro Díaz, Pedro Costilla, Alonso Arebalo, Gaspar Pacheco y Alonso de Reynoso, alcaldes en nombre de su majestad, recibí juramento en forma debida de derecho, después de haber dicho: si juro y amen. Juraron de usar y ejercer bien y fielmente el oficio de alcaldes ordinarios, y que por amor, ni desamor, dadivas, ni promesas, no dejaran indefensa la ejecución de la justicia, antes como buenos alcaldes y ejecutores, ejecutaran las blasfemias contra Dios y sus santos, abreviaran pleitos a las viudas y pobres, y a todos demandantes y reindefendientes harán justicia y guardo leyes y pragmáticas de su majestad, y su consejo de letrado para los tales casos fuere menester, tomaran asesor para que les encaminen derecho. Presentes por regidores, Jorge de Villagomez, Francisco de Bracamonte, Francisco de Ciesa, Gonzalo Mendez, Luis Díaz, Juan de Urrutia, Hernando de Aguilar, Pedro Galiano, Francisco de Berrio, Pedro Díaz, Alonso de Arebalo, Pedro Costilla. Recibidas en sus manos las varas dadas por mano de dicho señor teniente de gobernador, se hizo con toda la demás solemnidad de derecho, sin haber en ello contradicción alguna, los dichos señores regidores, después de elegida justicia pusieron la mano en la cruz y juraron a Dios en forma debida de derecho, y después de haber dicho: si juro y amen, prometieron su cargo del dicho juramento, de procurar el bien común de la ciudad de Mérida, y si algo que al servicio de su majestad viere que conviene juntaran su Cabildo y avisaran de ello protestando como protestaron pedir a su majestad, franquezas y libertades, así para aumentar este Cabildo como para el gobierno de la dicha ciudad. Lo cual todo paso mes y año susodicho, por ante mí el dicho escribano, los cuales firmaron aquí sus nombres juntamente con el señor teniente Don Francisco de Montejo, Gaspar Pacheco, Alonso de Reynoso, Jorge de Villagomez, Francisco de Bracamonte, Francisco de Ciesa, Luis Díaz, Gonzalo Mendez, Juan de Urrutia, Hernando de Aguilar, Pedro Galiano, Francisco de Berrio, Pedro Díaz de Monjibar, Alonso de Arebalo, Pedro Costilla".

fuente:Archivo histórico de Mérida, Yucatán

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