lunes, 11 de julio de 2011 0 comentarios

El auto del futuro.

Auto futurista


LONDRES, Inglaterra.-

Desde dentro de la cabina, el vehículo futurista EN-V se siente como un organismo vivo mientras se levanta lentamente desde una posición en "cuclillas", antes de balancearse en dos ruedas como si fueran piernas.

A diferencia de las motocicletas, que tienen una rueda delante y una detrás, este coche -si es que es esta la mejor forma de llamarlo- para dos personas tiene una rueda a cada lado.

El liviano diseño lo hace muy ágil. Al girar con fuerza el comando -que parece un joystick inspirado en un i-Pad-, rota sobre sí mismo.

Al empujarlo, acelera hasta 40km/h -o más, dependiendo de cómo se programe el ordenador que lo controla- y puede cubrir hasta 40km en una sola carga.

Como el coche no tiene parachoques, ni airbags, ni ningún otro dispositivo para protegerlo de golpes, puede parecer arriesgado que alcance esas velocidades, pero de acuerdo con sus constructores, el EN-V (siglas de "electric networked vehicle ", "vehículo eléctrico en red"), es lo suficientemente inteligente como para evitar colisiones.

"A diferencia de lo que sucede en un coche tradicional, diseñado para proteger a sus pasajeros y a los peatones en caso de un choque, el EN-V se parece más -en ese sentido- a un avión: está diseñado para evitar chocar", explica Tom Brown, del departamento de investigación y desarrollo de General Motors (GM), la automotriz que ha desarrollado el prototipo.

Caudal de ideas

El EN-V representa la visión de GM de cómo serán los vehículos urbanos del futuro.

No necesariamente a nivel diseño, ya que la simple estructura del coche haría muy fácil equiparlo con una carrocería de policarbonato o acrílico de diferente forma.

La solución de dos ruedas tampoco es limitante de cara al futuro. Fue desarrollada por la firma Segway, a pedido de GM, utilizando giróscopos y sensores especiales que ayudan a mantener al vehículo en equilibrio mientras se mueve.

De hecho, el prototipo es poco más que un Segway más grande, colocado dentro de una suerte de burbuja, basado en tecnología conocida y relativamente simple.

Lo que destaca del EN-V es la cantidad de ideas que contiene; ideas que de implementarse podrían implicar un cambio grande en nuestras vidas.

Conducción automática

La cualidad más llamativa del vehículo es su capacidad de comunicarse con otros vehículos y con la infraestructura a su alrededor, como satélites y edificios.

Sensores, cámaras y un sistema de GPS (sistema de posicionamiento global) lo ayudan a ver su entorno y conocer su ubicación.

Y aunque es posible, y hasta divertido, conducir un EN-V en forma manual, en realidad está hecho para manejarse solo.

Obviamente no lo puede hacer en las calles, donde autos conducidos por personas pueden chocarlo.

En EN-V fue diseñado para operar en zonas especiales, como un parque olímpico o ciudades que sólo permiten la circulación de coches que se conducen solos.

Puede que suene a ciencia ficción, pero no es tan descabellado como parece.

El vehículo fue probado en las instalaciones de Exposición Mundial de Shanghai, una suerte de micro-ciudad china.

Y con el surgimiento de mega-ciudades en todo el mundo, no sólo es posible sino hasta necesario que se redefina cómo nos movemos dentro de ellas.

Los embotellamientos y los problemas de estacionamiento son algunas de las razones por las que los gobiernos podrían hacer esto.

Además, los EN-Vs están diseñados para evitar colisiones, con lo que su peso puede reducirse sustancialmente. Así que se necesitaría menos material para fabricarlos y menos energía para hacerlos mover, con lo que se reduciría su costo.

GM dice que su precio sería un quinto que el de un coche convencional, a la vez que los costos de uso serían menos de un tercio.

Infinitas posibilidades

Pero lo que realmente hace al prototipo atractivo son sus funcionalidades.

Como es un vehículo autónomo, sus conductores -pasajeros- podrían leer, mantener teleconferencias o dormir mientras son transportados.

Como es pequeño y liviano, podría subirse a trenes de alta velocidad para ser transportado entre ciudades, y sería fácil de estacionar.

Pero no es que uno vaya a tener que estacionarlo. El coche puede estar todo el día yendo y viniendo, sin que su dueño esté ni cerca, cargando sus baterías cada tanto en semáforos o en estaciones de carga.

Puede llevar a los niños al colegio por la mañana, y de regreso recoger a un amigo para tomar un café. Luego uno puede viajar en él a la piscina y enviarlo a recoger la compra mientras uno nada un rato.

O se puede modificar para que transporte a un niño en silla de ruedas y que éste gane independencia. También permitiría a personas ciegas ir de paseo solas, y al llegar a destino el coche podría ir por su cuenta buscar un lugar donde estacionar.

"Es como tener otro miembro de la familia", bromea Brown. "Es como tener una niñera, un chófer privado y un compartimiento propio en un tren, todo junto. Se lo puede llenar con dispositivos para mantenerse entretenido o uno puede simplemente relajarse y disfrutar de la vista".

Principales obstáculos

Aunque los especialistas en tecnología han encontrado una forma de revolucionar el desplazamiento dentro de las ciudades, y aunque cada vez se vuelve más larga la lista de razones que los respalda, todavía es difícil que esto se concrete (aun con el respaldo de los responsables de planificación urbana).

En primer lugar, se deberían cambiar las leyes. ¿Cómo se clasificarían estos vehículos? ¿Haría falta tener una licencia para ser propietario de uno? ¿Podrían estar exentos de la actuales normativas sobre seguridad?

Y luego estaría el problema de lograr que las compañías y los gobiernos acuerden estándares con los que todos estén de acuerdo, algo complicado si uno mira el estado en que se encuentra el desarrollo de las soluciones para cargar vehículos eléctricos.

"Si no se ponen de acuerdo todos los fabricantes acerca de una solución compartida, podría echar por la borda toda la idea", cree Brown.

Aunque esos obstáculos podrían impedir o retrasar la implementación en masa del concepto del EN-V, eso no hará que sus ideas se incorporen al mundo de los automóviles.

De hecho, muchas ya están presentes; fundamentalmente, la comunicación vehículo a vehículo ("v-to-v" según la jerga especializada en inglés).

"Ford está trabajando en v-to-v, BMW también, y nosotros", dice Brown.

"Los coches ya están empezando a hablar entre sí, y veremos más de esto en el futuro".







Referencia: Grupo sipse.com
miércoles, 6 de julio de 2011 0 comentarios

Gran tormenta de arena en Phoenix, Arizona.E.U.A.

Tormenta de arena
Una gran tormenta de arena del desierto rugió a través de Phoenix, Arizona la tarde del 5 de julio pasado, dejando la visibilidad casi a cero y el recubrimiento de superficies con una capa de polvo y arena. El fenómeno, conocido como "haboob", se produce cuando el flujo de salida de una tormenta levanta con sus ráfagas el polvo del desierto.La impresionante polvareda se debió a un gran complejo de tormentas eléctricas que se conoce como sistema convectivo de mesoescala (MCS) que se desarrolló al este de Phoenix. Cuando la salida de la MCS al chocar con el suelo, grandes cantidades de arena y polvo se suspenden en el aire impulsados por vientos de 50 a 60 mph. En esta ocación la cantidad de polvo fue mucho mayor de lo normal para una de estas tormentas, debido al gran tamaño del complejo de tormenta, y las condiciones de sequía extrema que la región ha venido experimentando. A medida que el viento soplaba a 53 mph el Aeropuerto Internacional Sky Harbor de la ciudad de Phoenix se vio obligado a cerrar durante 45 minutos debido a la visibilidad que cayó tan bajo hasta prácticamente cero.




Referencia: El blog de Jeff Masters -Metereologo-
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Los diez dias perdidos de la historia

Reloj de arena


El calendario romano (allá por el año 753 a.c) era de 12 meses y 365 días, hasta que se descubrió que el tiempo que tarda la tierra en dar la vuelta al sol duraba un poco más: 365,25 días. Este desfase había producido un retraso de 90 días a lo largo de los años, por lo cual, las estaciones no se correspondían, y esto era un problema para las cosechas.

El sabio Sosígenes, por encargo de Julio César, solucionó el tema añadiendo un día bisiesto cada 4 años y se le quitó un día a Febrero. En honor al emperador se cambió el nombre del primer mes de verano, Quintilis, por el de Julius.
Cuando Augusto se proclamó emperador, para no ser menos, cambió el nombre del mes Sextiles por el de Augustus y se le quitó otro día a Febrero, quedando con 28 días.
Este calendario funcionó hasta que en 1582 se descubrió que no eran 365,25 días el periodo de rotación de la tierra sinó que 365, 2422 días. Esa diferencia, aunque pequeña, se habría notado al cabo de los siglos. Así que el Papa Gregorio XIII ordenó una comisión de sabios, los cuales adoptaron las siguientes medidas:

1. No serían bisiestos los años terminados en dos cuyas primeras cifras no fueran múltiples de cuatro.

2. Saltar 10 días en el calendario. Se pasó del jueves 4 de Octubre al viernes 15 de Octubre. Estos son los 10 días perdidos de la historia.

Este calendario, llamado Gregoriano es el que utilizamos aún hoy en día.
Como dato curioso, los que murieron el 4 de Octubre, no fueron enterrados hasta el 15 de Octubre.